Por: Jorge Aguilera y Jorge Hernández
La
llegada de nuevas tecnologías digitales y su injerencia en cada vez más campos
de la vida del ser humano, ha comenzado a considerarse como una cuarta
revolución industrial, incluso más amplia y profunda que las anteriores, tal como
lo planteó Klaus Schwab, director y fundador del Foro de Davos. (1) citado por
Luis Torras (Vivir En Tiempos De La Cuarta
Revolución Industrial, 2017).
Pero
en realidad, esa revolución comenzó hace rato y no es teoría, es realidad y está
en marcha.
Se trata de una avalancha de innovación tecnológica en la que convergen tecnologías algo más antiguas como la robótica, la nanotecnología, la realidad virtual, la impresión 3d, el internet de las cosas, la inteligencia artificial y la biología avanzada, y que cambiara aún más la forma de vivir y trabajar del ser humano.
Está
presente en ámbitos y lugares tan diversos como China con su programa de Hecho en China 2025, para una producción
robotizada, o el Código 8 de Uganda,
en África, para el diagnóstico de malaria desde el celular y sin muestra de
sangre, el desarrollo de implantes maxilares de bajo costo gracias a la
impresión 3D en Sudáfrica, la prótesis de brazos y manos en Paraguay o los
celulares con sensores para monitorear cultivos y ganado en Brasil.
¿Cuál es su ventaja
como herramienta de innovación?
Lo
que ha hecho de la 4RI tan rápidamente aplicable es la facilidad y economía de
las pruebas que con ella se desarrollan, de manera que aquellos viejos y
costosos procesos de desarrollo de prototipos en diferentes industrias, incluso
aquellos desarrollados a mano durante meses y años, como el de modelos de
automóvil, han pasado a ser pruebas de diseño en tiempo real.
La revolución
digital ha puesto a trabajar en conjunto áreas como la economía y las finanzas con
la psicología, o la biología con la estadística y la genética para desarrollar
nuevos productos sanitarios, hasta hace poco imposibles para cualquiera. Esa
convergencia de conocimientos a través de lo digital se extiende a más y más
campos.
Sin
duda, un detonante importante de este fenómeno lo han sido las redes sociales, alimentadas
por un tipo de usuario dispuesto a compartir su información con la esperanza de
obtener mejor servicios y productos.
La Revolución en las Organizaciones
Un
nuevo tipo de usuario y nuevas formas de hacer, trabajar, relacionarse,
entretenerse e informarse son claramente un llamado a las organizaciones para
pasar de la observación a la acción y transformar su quehacer, su estructura,
sus mecanismos y canales de comunicación. “Se trata de un impacto transversal
que requiere un cambio de mentalidad y del modelo de liderazgo”. (2)
Sin
duda la revolución es positiva para el campo corporativo que tradicionalmente
ha convertido los cambios en oportunidades, pero tal como manifiesta Manuel
Castell (3), citado por Torras, se requiere superar el miedo que provoca siempre
lo desconocido.
La simple adopción de las nuevas tecnologías conlleva la llegada de nuevas oportunidades para las personas al seno de cada organización, dado que se producen cambios radicales en la forma en que personas, compañías y sociedades producen, distribuyen, consumen y desechan los bienes y servicios.
Aquellas
empresas que se han atrevido a domar la ola, han obtenido nuevos modelos de
negocio, nuevos trabajos y fuentes de ingreso; el usuario ha recibido ese mejor
servicio que esperaba. La economía colaborativa, por ejemplo, es una de esas
muchas opciones.
Tecnología y
Desempleo
De
manera paralela al optimismo, crece la preocupación acerca de la pérdida de
empleos como resultado de la automatización que según algunos se aproxima en
los próximos años.
Johan
Aurik (Lo Que Falta Es Más Tecnología,
2017) cita un estudio realizado por la Universidad de Oxford de 2013 que estima
esa pérdida potencial de empleos hasta en un 50%, ante lo que James Bessen de la
Universidad de Boston argumenta, por el contrario, que se crearán nuevos.
Qué cree usted?
El
efecto sobre el empleo es evidente y aunque aún no sabemos en qué proporción
nos impactará a cada a uno, es importante tener claro por otro lado, que
efectivamente surgirán nuevos espacios y formas de trabajo.
Es
un hecho que hoy hacen falta personas que diseñen, construyan y mantengan esas tecnologías, y la demanda
aumenta cada día.
Basado
en precedentes históricos, Aurik considera que “el cambio tecnológico tiende a
afectar más la naturaleza misma del trabajo que la oportunidad de participar en
él.” Y junto a Torras (2017) describen la evolución del empleo frente a los cambios
tecnológicos en la historia, para desestimar el temor al desempleo.
Efectivamente,
con la primera revolución la manufactura británica se movió de los hogares a
factorías, lo que conllevó migraciones a centros industriales, un impacto
fuerte en las personas y familias, pero las plazas se mantuvieron, incluso mejor
organizadas.
Una
segunda revolución, producto de la electrificación, dio inicio a la producción
a gran escala y la demanda de nuevas profesiones como la ingeniera, la banca y
el profesorado; sin duda nuevas formas de trabajar.
Y
la tercera, a comienzos de los 90, con una producción automatizada e impulsada por
nuevas tecnologías de comunicación e información, cuando por ejemplo, la banca desarrolló
y puso en servicio numerosos cajeros electrónicos pero los puestos de trabajo
incluso aumentaron por el crecimiento de la bancarización y el número de
sucursales.
En
ese caso en particular, el trabajo dejó de ser transaccional para enfocarse en
el servicio al cliente; no desapareció, se transformó.
La velocidad del cambio, un elemento singular de esta VI
revolución industrial.
“Si tenemos en mente las lecciones de la
historia podemos gestionar el cambio”. “(… ). Los trascendentales (de hecho,
revolucionarios) cambios por delante ocurrirán a lo largo de varias décadas, no
como un Big Bang.”
(Aurik, 2017)
¿Cómo prepararnos?
1. Habilidades:
Aurik (2017) considera que las organizaciones y la sociedad deben centrarse en
las habilidades para determinar nuevos retos de capacitación y formación del
personal, una labor en manos de departamentos de recursos humanos, entidades de
educación y los gobiernos.
2. 2. Reentrenamiento:
Un segundo aspecto es el de implementar procesos serios y comprometidos de
acompañamiento a los sectores laborales o áreas más vulnerables que les permita
adaptarse a los cambios tecnológicos y participar de otra forma en los procesos
de producción.
Masas
de personas desesperanzadas con la sensación de estar excluidas de todo proceso
de desarrollo conducen sin falta al fracaso de esfuerzos de progreso en muchas
comunidades y países.
3. 3. Regulación:
El tercer aspecto, que no se puede descartar, es el de determinar las
regulaciones y estándares correspondientes para las nuevas tecnologías e
industrias. En este último aspecto entra a participar de manera determinante la
política con lo que el proceso se hace lento.
Un
ejemplo exitoso ha sido el desarrollado en Dinamarca y denominado “sistema de
seguridad social flexible” que combina un mercado laboral flexible con una red
de seguridad social muy sólida que incluye las capacitaciones y actualizaciones
de los ciudadanos.
Sembrando Talento
“Personas, compañías y sociedades tienen tiempo para adaptarse, pero no hay tiempo que perder”
(Aurik, 2017).
Grandes
empresas tecnológicas luchan por atraer y formar el talento necesario para
sacar provecho de la revolución, incluso muchas financian centros académicos, mientras
gran parte del planeta se mantiene al margen, mira y espera.
La
necesidad de invertir en el cultivo de talento es evidente en no pocas áreas del
conocimiento y la producción de países como Colombia, en los que hace falta
competencia tecnológica y habilidades exactas en áreas como la ingeniería,
software y telecomunicaciones.
Pero
mientras las instituciones académicas reconocen esa oportunidad y diseñan e implementan nuevos programas, le
corresponde a la organización dar un paso adelante y comenzar esa actualización
del personal que tiene hoy.
Temer al desempleo o
al atraso tecnológico?
La
única forma para que la llegada de la 4RI pase de ser fuente de ideas
esporádicas, de potencial beneficio para los seres humanos en diferentes áreas
de su vida, a realidades, es que exista un talento formado oportunamente para
explotar toda la creatividad y consolidar la innovación en bienestar real.
La
demanda de esos conocimientos y experticia va en crecimiento en todo el mundo.
Quienes
ya se están formando tienen algo en común y es el apoyo de entidades privadas o
públicas que disponen capitales iniciales que se ven ampliamente retribuidos por
el beneficio e impacto que se generará posteriormente en la población.
Muchas
ideas y sueños se tornan a cada instante en realidades en muchos lugares y
organizaciones del mundo, pero el desconocimiento e inexperticia en muchos otros, pone en riesgo no solo a las
organizaciones sino además la supervivencia de las comunidades en que habitan.
Bibliografía:
AURIK,
Johan. (30/01/2017). La Cuarta Revolución Industrial tendrá un efecto
disruptivo sobre el empleo, ¿Pero cómo? (Artículo) Obtenido de https://www.weforum.org/es/agenda/2017/01/la-cuarta-revolucion-industrial-tendra-un-efecto-disruptivo-sobre-el-empleo-pero-como?utm_content=buffer0d4cd&utm_medium=social&utm_source=facebook.com&utm_campaign=buffer
COLEMAN,
Gary. (24/03/2017) Lo Que Falta Es
Más Acceso A La Tecnología. Cuarta Revolución Industrial: El Momento Es Ahora. Obtenido
de http://www.elespectador.com/tecnologia/cuarta-revolucion-industrial-el-momento-es-ahora-articulo-685185
TORRAS, Luís. (02/2017). Vivir en tiempos de la Cuarta
Revolución Industrial. Obtenido de https://www.weforum.org/es/agenda/2017/02/magnitud-e-implicaciones-de-la-cuarta-revolucion-industrial?utm_content=buffer99ac2&utm_medium=social&utm_source=facebook.com&utm_campaign=buffer
Referencias:
Pág. 1 (1) SCHWAB, Klaus Martin.
(1938, Alemania) Economista
y empresario alemán conocido por ser el fundador de Foro Económico Mundial. Autor
de La Cuarta Revolución Industrial, 2016.
Pág. 2 (2) Cita.
TORRAS, Luis. (02/2017). Vivir En Tiempos De La Cuarta Revolución Industrial.
2017.
Pág. 2 (3) CASTELL, Manuel.
(1942, España) Según el Social Sciences Citation Index 2000-2014, Manuel
Castells es el quinto académico de las Ciencias Sociales más citado del mundo y
el académico de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) más
citado del mundo.
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