Las
organizaciones en red tienen una alta capacidad dinámica en donde su principal
valor ha de ser la adaptación. De allí su estructura similar a la de una “pelota
de espuma”, altamente adaptable y liviana.
Visto en perspectiva, hoy
se ha señalado que la era de la información duró tan solo 10 años, la década de
los 90s. En este periodo pasamos del consumo de átomos a bytes y nos dimos
cuenta que una cosa es el recipiente en donde está almacenada la información y
otra la información misma. En este periodo de tiempo se fue construyendo un
gran rey: Google.
Lo que se está viendo en la
actualidad es el impacto de la tecnología en las conductas de gestión y de
consumo, en donde lejos de la pantalla unidireccional que regía la verdad vemos
la multiplicidad de verdades interactuando en las pantallas portátiles. Hoy el
reinado se lo disputan Facebook y Twiter.
Es innegable el impacto
económico y político de las redes sociales, el modo de producción actual
depende de estar en red y cada uno de nosotros sentimos eso. Basta con
abandonar el teléfono por uno o dos días, alejarnos, dejar de pertenecer a la
red para sentir que hemos dejado de pertenecer al mundo.
La historia reciente nos
enseña que convocatorias hechas a través de teléfonos móviles canalizaron la
insatisfacción de los pueblos a tal punto que esos procesos culminaron con el
cambio de regímenes en el norte de África.
Organizaciones Dialogantes
En ese momento las
estructuras en red eran parte, para algunos, de un sueño alocado, hoy son
reales y las redes lejos de ser una moda hacen parte de nuestra realidad
cotidiana. También anuncié el efecto de la comunicación en la gestión del
conocimiento de las organizaciones así como la incidencia del servicio al
cliente en la marca de la organización y sobre como los terceros, los
proveedores, impactaban en la reputación en la organización en donde las
conversaciones y las interacciones comunicativas construían ladrillo a ladrillo
la reputación de la empresa.
Para bien o para mal los
escépticos han visto como cada tema se ha hecho realidad. Hoy las empresas no
toman las relaciones públicas como una gestión de mercadeo sino como un
elemento fundamental del negocio en donde un modelo de gestión en red debe
estar acompañado de mecanismos para relacionarse con sus públicos de interés,
hoy hablamos de organizaciones abiertas.
CAMBIOS DE LA NUEVA ERA
Las empresas han de
prepararse y hacer un cambio radical en tres escenarios: Su estructura de
gestión, su estrategia de mercado y su estrategia de marca.
1 El efecto sobre la
estructura de gestión
La estructura en red
requiere una cultura organizacional que la soporte, unos principios que le den
orden a su alta dinámica de gestión, esos principios inspiradores involucran
unas nuevas reglas de juego:
• Ciclo de servicio
completo: El
servicio debe estar tan permeado en la organización que ha de involucrar no
solo la satisfacción de los clientes internos sino de los internos, la
colaboración entre las áreas habrá de ser medida y optimizada frecuentemente. Los
feudos de la estructura piramidal no tendrán cabida en este nuevo escenario.
• Gestión del conocimiento: Administrar buscando
culpables será un factor de liderazgo prehistórico, en la nueva organización
los problemas se identifican se solucionan y se socializan. El conocimiento
será la base para la solución de problemas, no la culpa.
• Inteligencia Emocional: Los comportamientos
egocéntricos y estúpidos amenazan el nuevo modelo, las nuevas organizaciones
buscan personas que no trabajen desde el temor sino desde una sólida
autoestima. Los equipos de alto rendimiento se construyen sobre la base de
escenarios confiables y predecibles de colaboración. El líder ha de aprender a
liderar otros líderes.
• Se trabaja por objetivos
y políticas: el
enfoque en la tarea y el manual de funciones desaparece frente a escenarios
estratégicos en donde la persona debe alcanzar objetivos siendo hábil para
resolver obstáculos. Hoy las empresas buscan personas que puedan precisamente
hacer eso: resolver las contingencias asociadas al cumplimiento de los
objetivos de su cargo. El pensamiento estratégico tendrá una relevancia pocas
veces vista con anterioridad. Del béisbol al fútbol, pasamos de una cultura de
gestión en donde la persona solo cuida su pequeño feudo a una cultura de
gestión por políticas y objetivos como en el fútbol en donde cada quien tiene
una responsabilidad y un sitio en la cancha pero es responsabilidad de todos
buscar la posibilidad de hacer goles.
Las organizaciones en red
tienen una alta capacidad dinámica en donde su principal valor ha de ser el de
adaptarse de allí su estructura similar al de una “pelota de espuma”, altamente
adaptables y livianas.
2. El efecto sobre la
estrategia de negocio
Los mercados son
conversaciones, es lo que dice Levine en 1999 con su Cluetrain Manifiesto
(Levine y otros. 1999), el libro que marca el inicio de la era de la
conversación y que es el referente fundamental para las estrategias web 2.0
colaborativas en donde Tapscot ( Wikinomics Paidos 2006) involucra incluso el
desarrollo colaborativo de productos con los consumidores. La nueva
organización requiere estrategias de alto rendimiento, requiere objetivos
articulados desde lo estratégico hasta lo operativo, cada área, cada unidad y
cada persona debe saber qué objetivo persigue y cómo este le aporta a los
objetivos de la organización.
Así la de la estrategia en
una estructura en red ha de ser integral en varios escenarios:
• Flexibilidad total, adaptarse a las necesidades del mercado desde
una estructura flexible será una de las características. Al contrario que en la
piramidal burocrática, priman los objetivos sobre los procesos, si un proceso
no permite alcanzar un objetivo, no se retira el objetivo, se ajusta el proceso
para poder cumplir el objetivo.
• Cultura interdependiente, hacer parte de una red requiere un cambio
en la cultura organizacional en donde la colaboración y la conexión han de ser
fundamentales.
• Las unidades de negocio no están en función de las áreas
administrativas como en la estructura piramidal, son las áreas
administrativas quienes dentro de un enfoque transversal las que han de brindar
un buen servicio a las unidades de negocio.
Frente a este tipo de
nuevas dinámicas muchas veces hasta las normas de calidad se quedan pequeñas y
los gerentes deben escoger entre una organización estática, certificada y
quebrada o una organización dinámica, rentable y con clientes altamente
satisfechos. En este tipo de escenarios la innovación no es un objetivo sino un
resultado, las organizaciones no innovan por innovar, innovan al buscar
alcanzar sus objetivos y al buscar metodologías y estrategias para lograrlos,
la innovación entonces, es un efecto.
El viejo eslogan de “usted
aquí no se le contrata para pensar” queda revaluado. Si, hoy si vamos a las
empresas a pensar, hoy en nuestros cargos se nos paga por resolver, no por
ascender problemas para que otro los resuelva, hoy estamos en nuestros cargos
para generar acciones, resolver situaciones y alcanzar objetivos.
Estrategias de alto
rendimiento como el direccionamiento nucleado, en donde cada una de las áreas
están involucradas en la estrategia de la organización, son cada vez más
aplicadas con eficacia y las personas se sienten igualmente exitosas con ella.
Lejos quedaron las organizaciones que ocultan sus objetivos, hoy deben ser
socializados hasta los escenarios más operacionales de la empresa.
De allí que en la
organización en red la responsabilidad no se disuelve, como si sucede en la
piramidal en donde el proceso está tan fraccionado que no hay responsables y lo
más importante es que usted haga su tarea aunque no sepa para que sirve ella a
los fines de la organización. En la estructura en red cada cargo tiene un
objetivo y unas metas y sobre ello evalúa el desempeño de la persona.
3. El impacto sobre la
marca (Buscar marcas emotivas, dialogantes y se asocian con facilidad para
castigarlas cuando están inconformes).
La reputación en la red lo
es todo, si confían en usted, tendrá mercado, de lo contrario, no habrá
empresa, no olvide la gran enseñanza de los asiáticos: lo más importante para
la empresa es tener clientes, no productos, usted puede estar repleto de
producto y sin embargo quebrar.
La reputación es un
requisito fundamental en las relaciones de colaboración entre la empresa y sus
clientes. Hoy por la distribución electrónica del conocimiento, la cultura de
los ciudadanos se hace global y exigente; el ciudadano quiere organizaciones
dialogantes y enfocadas en el servicio, espera entrar a la página web
corporativa y lejos de encontrar un correo de contacto quieren un chat con
atención telefónica.
Hoy hay una conciencia
colectiva distribuida de forma electrónica y retroalimentada por su propia
recreación colectiva que construye y apropia valores de forma trasversal y no
vertical como en la cultura televisiva, hoy una pantalla no domina el mundo,
hoy una masa de pantallas sirven de canal altamente dinámico y sinérgico en la
construcción de convivencia y sociedad.
Hoy la
permanencia ayuda a la memoria, un escándalo es rápidamente retroalimentado por
otros históricos en la red, hoy las fallas de las empresas permanecen en el
tiempo, en la red que busca vestigios y encuentra referentes históricos, hoy la
comunicación sanea los comportamientos porque estamos expuestos permanentemente
a la reputación en la red, hoy por ello las empresas deben ser íntegras e
integrales, deben tener una visión de 360 grados para evitar actos
irresponsables bien sea directamente o a través de terceros.
La red obliga a ser
transparente porque al menor vestigio de engaño serás castigado por esta nueva
opinión de la virtualidad que mueve masas en el ciberespacio o en la calle o
que te aísla y te deja sin impacto en el mercado.
Hoy la hipertextualidad
hipervincula y tendrá recuerdos de lo que has hecho, lejos queda la televisión
con su mediatéz efímera y sin memoria.
En este escenario nace la
Hiperpolítica, volátil, señaladora, anuladora con una república global atada a
una responsabilidad del planeta donde las fronteras pasan a un segundo plano y
a las empresas se les exigen responsabilidades globales.
Ha cambiado la forma de
relacionarnos, el nuevo consumidor actúa conjuntamente sin conocerse, vemos
acciones colectivas que hasta hace poco no eran posibles.
El Florecimiento y Muerte
del Community
“He desarrollado cerca de 10 mil conversaciones el día de hoy, estoy agotado”
En realidad ¿cree usted que
una persona pueda desarrollar 10 mil conversaciones con los clientes actuales y
potenciales de su organización en un solo día? Si ha sido cierto, ¿se imagina
usted la calidad de esas conversaciones?
En la práctica el trabajo
del community manager es necesario pero para organizaciones de gran consumo la
realidad es otra: los Contact Center. 200 0 300 personas desarrollando
conversaciones para su organización, construyendo marca, dialogando con sus
clientes, los interesados, los in satisfechos, los felices, allí es donde su
empresa construye comunidades y donde una marca crece y se sostiene o se
evapora.
Un cambio dramático de la
era de la conversación se verá en los medios. El consumo de medios impresos
decaerá radicalmente mientras la tv poco a poco pierde seguidores, el nuevo
escenario serán los sistemas corporativos de noticias, agencias informativas
instaladas en las empresas y organizaciones, quienes a través de sistema de
suscripción por web captaran seguidores dentro de este escenario dialogante.
Allí se verá como las
agencias de publicidad migrarán primero hacia agencias y servicios de
relaciones públicas y luego a administradores de información corporativa. Será
muy difusa la barrera entre los servicios informativos, la administración de
los canales de servicio al cliente y la administración de los Contac Center.
|